¿Se puedo habitar más simple?
El nido,
la choza,
la casa sencilla,
el signo de la simplicidad de habitar.
La simplicidad es una ingenuidad deseable.
Como cuando me tomaste la mano por primera vez.
Sin embargo la memoria y los lenguajes hablan del “yo soy”.
Lo contemporáneo y lo intimo:
dos tonos,
dos voces,
dos realidades.
Un ser humano
¿Se puede hablar de paisaje en la ciudad?
La ruina y lo contemporáneo parecen disputar
un espacio legitimo.
¿Qué huellas puede tolerar la sociedad que estamos creando?
El paso del tiempo,
la arruga y la estría.
¿Se tolera en la imagen plástica de una mujer sin voz?
La belleza dictada parece estar en lo no vivido,
lo no habitado.
En el sitio eriazo,
En el “no lugar”.
¿Es posible construir un hogar?
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