Camino por Recoleta,
las baldosas están desprendidas o quebradas, en ellas pequeñas plantas sin nombre para nadie crecen.
Hay un almacén con pan y un ánima con flores plásticas apoyada en una reja que no permite cruzar.
Los locales son obvios: lápidas, figuras clásicas, maceteros se asoman a las veredas.
El transito ruidoso luchando por desplazarse;
más allá, se eleva un edificio igual a todos simulando ser una alternativa en medio de casas de frentes continuos color pastel, teñidos con el hollín del aire.
Estoy conciente de cada paso que doy; me debo sensibilizar, abrir la percepción.
La misión es dibujar.
Pienso que para ser artista sólo cuenta el aquí y el ahora.
(y este mismo pensamiento me aleja del aquí y el ahora)
Fotografía digital 2009
Hola Julia, espero que estés bien, hay un poema que se llama "La recoleta" de Borges, en su primer libro de poemas "Fervor de Buenos Aires", me acuerdo que lo leí hace tiempo y le robé algunas ideas o ideales sobre los cementerios; “retórica de mármol y sombras” lo usé hasta la náusea! ...pecados de juventud. Tienes buenas imágenes, me gusta eso, yo juntaría lo mejor de los otros poemas y armaría uno, corrigiendo y corrigiendo para lograr perturbar con la intensidad.
ResponderEliminarUn abrazo,
Víctor M.
Que increible varias personas me nombran a Borges cuando leen esto. Parto diciendo desde la humildad que escucho sus comentarios y que espero que en el transcurso de los años mi conciencia como escritora tome una estética y una noción clara. Por mientras me despojo sin juicios de mi pensamiento.
ResponderEliminarGracias por pasar por aquí.
Prosaicamente, baja por Santos Dumont y entras por Avenida La Paz
ResponderEliminarMe gusta lo prosaico, dice mucho de los vínculos.
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