26 de mayo de 2010

El toque melacólico es inevitable

Algo que no importa nada
Las manos se mueven
sumergete en mi

Canta susurrando, como si te hubieses quebrado por el rojo

El piano regala dulces caidas

¿Te tienes que ir?

El espacio quedó vacío; aunque yo estaba en él.


Texto 2001/ Imagen Fotografía digital 2003

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